Perugia es la capital de la región de Umbría. Una ciudad pequeña que conserva, en la parte alta, un casco antiguo del siglo IV a.C. Sorprenden tanto sus murallas y edificios majestuosos como los miles de jóvenes universitarios que dan al lugar un aire totalmente festivo.
Pero yo no he ido hasta Perugia por el interés turístico si no por el Festival Internacional de Periodismo, que se celebra en esta ciudad desde hace seis años.
La idea original del festival fue de Arianna Ciccone y Christopher Potter con el objetivo de ser un punto de encuentro entre los periodistas líderes de diferentes sectores y partes del mundo. Lo que empezó como una cita modesta se convertido en un macroevento de más de 217actos/talleres/conferencias/debates, con más de 500 ponentes, 251 voluntarios y 300 periodistas acreditados. Y el acceso a tanto conocimiento era totalmente gratuito.
Del 25 al 29 de abril, el programa ha servido para comentar la situación actual de la profesión y marcar tendencias de futuro con talleres prácticos de herramientas digitales. Desde cómo usar móviles en la cobertura informativa hasta el periodismo de guerra, las corresponsalías, los medios y los partidos políticos, las redes sociales, el periodismo ciudadano o el de datos que fue el que me llevó hasta Perugia.