Hace unos días tuve la oportunidad de ir a uno de los talleres que el colectivo Peoplewitness imparte para conocer mejor el uso de canales streaming. Peoplewitness es una red de personas, repartidas por diferentes países, que reportan noticias audiovisuales de interés político y social.
Siempre lo hacen con herramientas gratuitas y a través de teléfonos móviles u ordenadores portátiles. Aprovechan las redes sociales para difundir un contenido, unos temas que la mayoría de las veces no aparecen reflejados en las grandes cabeceras mediáticas.
Crear un canal streaming es una vía muy sencilla para cubrir un acontecimiento (manifestación, acto público, celebración popular, etc) en la calle o en un recinto cerrado. Para entendernos, es como si se pudiera sintonizar un canal de televisión, que a una determinada hora, programan la retransmisión en directo de un acto.
El streaming es cada vez más conocido en conferencias de congresos o actos de una institución, pero poco frecuente todavía cuando se trata de ciudadanos que, a modo reivindicativo, muestran lo que ocurre en las calles ante una protesta popular.
Empezó a usarse de manera masiva durante las manifestaciones relacionadas con la Primavera Árabe y Al Jazzeera abrió su propio canal para que la gente subiera sus vídeos. Se popularizó del todo, hace un par de años, en el ámbito del activismo y el periodismo ciudadano.