Acabava de tancar l’etapa professional al 324.cat (el portal de notícies de TV3 i Catalunya Ràdio en aquell moment), com a Responsable de Participació, on vaig ser intermediària entre la informació diària i l’audiència del mitjà, a través de seccions creades ‘ad hoc’ al llarg de gairebé cinc anys.
En aquell moment, vaig fer un llistat de desitjos, de bones intencions, per l’etapa freelance que estava a punt d’emprendre. Ara el repasso i… contenta, veig que s’ha complert gairebé al 100%!
Un año más, desde el grupo español de la Open Knowledge Foundation(OKFN-es) hemos hecho un gran esfuerzo para completar un programa de lujo. Ésta vez, en 4 ciudades a la vez: Barcelona, Madrid, Almería y Pamplona. Eso quiere decir que centenares de personas, profesionales interesados en saber más sobre cómo trabajar con los datos, estarán al mismo tiempo profundizando en este conocimiento.
Esta aventura la empezamos la periodista de investigación Mar Cabray yo, en el 2013, cuando apenas se escuchaba hablar de datos, cuando no había todavíaLey de Transparencia en España, ni en Cataluña, ni en muchas otras comunidades autónomas. Cuando configurar el programa con ejemplos prácticos desde los medios de comunicación españoles era una tarea titánica o imposible, cuando convencer a los periodistas que asistieran a las #JPD13 se hacía a fuerza de muchas charlas en ‘petit comité’.
Estamos en las #JPD15 y la complejidad, en esta ocasión, ha sido cómo configurar una parrilla de Charlas, Conferencias, Debates, Talleres, Hackathons,Hacks&Hackers, InstallFest, etc. que de cabida a tanto proyecto innovador, a tanto ‘DataLab’, a tanto interés por aprender, por innovar, por explicar con datos la realidad. Como le decía a Adolfo Antón (que ha tomado en Madrid el relevo de Mar Cabra): “Esto es como hacer un puzzle. Necesitas mucha paciencia e ir encajando piezas poco a poco”.
“Hace unos dos años empecé a hablar con la gente de El Ferrol, que había estado relacionada, de alguna u otra forma, con el amianto. Casi todos ellos tenían un afectado familiar o conocido. Eso me llevó a buscar datos, sentencias, informes y confirmé mi tesis: el amianto ha hecho mucho daño en este país”.
Quien me cuenta esto es el fotógrafo Roberto Amado y periodista de La Voz de Galicia, que ha recogido el drama de decenas, cientos de personas que no han sido escuchadas durante años. ‘Peregrinos del amianto‘ sigue el rastro de cómo se han ocultado, durante décadas, las consecuencias de trabajar con el amianto, un material de construcción que todavía se encuentra instalado en hospitales, escuelas, casas particulares, residencias de ancianos o edificios públicos… por parar de enumerar.
“Me he pasado 24 meses asistiendo a juicios, manifestaciones, asambleas para empaparme bien del tema. La dimensión es enorme”.
Su exhaustiva investigación se podrá leer muy pronto en el libro ‘Peregrinos del amianto’ que conmociona por su estilo narrativo y, a la vez, periodístico. Si se me permite opinar, los relatos de las familias de víctimas del amianto sitúan al lector tan cerca de la escena que, en algunos casos, le parecerá verles la cara de sufrimiento, tristeza o dolor, como si estviera viendo un documental. Supongo que la visión fotográfica de Amado le ayuda a tener esta narrativa tan fiel a la realidad.
“Lo peor de todo es que no hay cifras oficiales de cuántos afectados del amianto existen en España. Se debería hacer un censo, recogiendo todo el trabajo ya realizado por Agavida–la asociación gallega de víctimas del amianto– y otras asociaciones de afectados que se hayan creado, o los investigadores que ya han escrito sobre el tema”.
– ¿Cuándo se dejó de utilizar este material en la construcción de nuevos edificios?–, le pregunto algo alarmada.
– Toda la edificación civil anterior al 2002 es susceptible de contener este material cancerígeno. Y su respuesta me deja algo inquieta.
Casualmente, me fijo en una residencia de ancianos cercana a mi casa. Tengo la ocasión de visitarla por dentro porque están en obras y me explican que tienen un techo de amianto, que cubre una sala de 80mts2, pero que no saben cuándo lo van a poder retirar por el coste y las extremas precauciones que exige.
Espero que Roberto Amado consiga publicar su libro y que continúe con su proyecto de realizar un documental, para que la realidad de este drama se haga más patente.